lunes, 25 de agosto de 2008

Gómez Bravo, Luz María


Luz María Gómez Bravo.

Platicar con Luz María Gómez Bravo, es emocionarse por el tono que pone en su voz cuando habla del periodismo, con el camino recorrido que dan 24 años de carrera en el medio.
Luzma, como le digo de cariño, mira hacia la nada y recuerda sus inicios. Yo, me emociono y oigo con detenimiento. Va tal cual la entrevista.
Mi nombre es Luz María Gómez Bravo, soy originaria de Acapulco, tengo 48 años, mis estudios de primaria, secundaria y hasta preparatoria, los hice en Acapulco, mi carrera que es Ciencias de la Comunicación la hice en la Universidad Autónoma de Guadalajara, y quizá por accidente, porque mi anhelo era estudiar en la UNAM, en Ciencias Políticas, pero no pasé el examen y por azares del destino me dieron una beca y tuve la oportunidad de estudiar en una universidad privada.
Yo tenía muchas ilusiones y anhelos, porque yo decía, cuando termine mi carrera voy a tener un buen trabajo, voy a ganar muy bien, voy a ayudar a mis papás y pues resulta que la vida da muchas vueltas y no es así.
Hay muy pocas oportunidades de trabajo, yo salí en l984, terminé la carrera, me vine a hacer mi trabajo social aquí, en la Delegación de Prensa del Seguro Social, pero como ya venía con un compromiso de matrimonio, ya tenía yo un bebé, entonces mi primera oportunidad de trabajo formal fue en el periódico Novedades de Acapulco.
Donde te das cuenta que no es lo mismo estudiar y poner en la práctica lo que tú sabes. Ahí en Novedades aprendí muchísimo, desde hacer la cabeza de una nota hasta saber lo que era una fuente informativa y adónde, qué hacías.
Mi primera fuente fue cubrir la nota roja, después trabajé en el Diario 17, en la radio, en Fórmula, en un noticiero, además hice una revista con Bella Hernández que se llamó Fémina, trabajé en prensa del Partido Revolucionario Institucional, en el Gobierno del Estado, en el Ayuntamiento como jefa de radio y televisión.
Y bueno, al final yo tengo una gran satisfacción como profesionista, aunque es muy poco redituable ser periodista, y yo siempre he sido reportera, es mi pasión y me la he pasado sin un peso en la bolsa, pero con una gran satisfacción, porque cuando veo una nota mía en medios y cuando alguien me dice “oye qué buena nota” o cuando sé que beneficié a alguien, pues eso deja muchas satisfacciones. Eso es el logro más grande de mi vida.
Si tuviera la oportunidad de volver a ser joven y que me dijeran “qué piensas estudiar” o “qué vas a estudiar”, diría Periodismo, aunque hoy con otra opción de carrera.
El periodismo es una carrera muy bella, muy bonita, estoy enamorada de ella y por eso aquí sigo, a mis 48 años escribiendo.
La experiencia que me dejó hacer nota roja fue mucha, ahí aprendí.
Esa fue mi primera fuente de trabajo… Me dijeron “vas a cubrir Policía”, entré a Novedades y cubrí la ausencia del compañero José Arzola Nájera, y yo llegué la verdad con mucho temor.
Pensé que llegabas y entrevistabas al detenido y que te ibas directo, yo no sabía que había un expediente, una averiguación. Fue para mi creo que básico el haberme metido en la nota roja, porque ya lo demás fue fácil, como información general, sociales, política, fui reportera también de deportes y todo eso era facilito, pero la nota roja, sí que es difícil y determinante, para que un reportero aprenda a entrevistar, a narrar lo que pasa, a todo.
Luz Maria Gómez Bravo, es de las primeras mujeres que incursionaron en este difícil ambiente del periodismo, y lo ha ejercido con profesionalismo y entrega.

(Entrevista de Maribel Helguera).

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